Un complemento de mi fascinante capacidad de no decir nada. La labor de los pensadores contemporáneos no se diferencia mucho del de las prostitutas de Gama alta, esto puede ser o una perdida de la dignidad de la academia a una revaloración del oficio de las acompañantes. En cualquier caso frente al erotismo estúpido y al conocimiento ascéptico el saber ya no es sexualmente atractivo.